viernes, 28 de septiembre de 2012

Y esa noche me senté entre una copa de martini y un whisky doble, con una cucharada bien cargada de nostalgia y otro tanto de melancolía
El suelo empezaba a alcanzar una textura muy interesante, y no sé si fue el alcohol o las lágrimas que asolaban mis ojos, tampoco sé si fueron tus manos tapándome los ojos, o tu voz repitiéndome que hacia mucho tiempo que deseabas aquello, no se que fue, el caos es que todo se volvió borroso y me abandoné a tus ojos.

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