Ahí radica precisamente su belleza, en que sólo nosotros somos capaces de entenderlo. ¿Qué nos importa lo que opine el resto del mundo? ¿Su juicio, sus adjetivos? Y, además, nada se parece menos a la locura que la promesa que dos personas se hacen poniendo en ello toda su voluntad.
Ves como sí es romántico?? Jijiji
ResponderEliminarpero esos textos son porque yo los encuentro... no porque el me diga nada... jajajajajaj
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